Todo debe cambiar, para seguir igual.
Me he cansado.
Parece que la vida ociosa es el paradigma de la buena vida, pero es una percepción erronea.
Ahora que las obligaciones me lo van permitiendo, ha llegado el momento de desperezarse. De levantarme de esta banqueta en la que llevo sentado casi dos años (incluyendo el periodo sabático).
Y, volver al monte, como las cabras.
Sé que el Antonio me echará de menos. Me lo ha demostrado esta mañana cuando me ha mandado "atomarpolculo d'ahí, qu'hay que poner los helaos".
Así que me voy, a ver mundo y a ir contándolo.
3 comentarios
Gustavo Petro -
un saludo.
Okok -
unjubilado -
Un saludo