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Dos Cervecicas

Yo tenía.

Yo tenía unos abdominales marcadísimos.

Eran una tableta de chocolate perfecta.

Las aristas resultaban cortantes de tan perfilados.

Cada vez que me quitaba una camiseta se me enganchaba y se rasgaba.

Por no decir que me pasaba todo el día en la cocina; que macarrones, pues a rallar queso en los abdominales; que tarta, pues chocolate; que anemia, pues barras de hierro, y claro, eso había que limpiarlo depués.

Ducharme era un suplicio, horas y horas rascando entre músculos para que no se quedase nada de roña.

Por suerte, un día se me cayeron los abdominales de leche y me salieron los de cerveza.

Menos mal, no me daba tiempo a ahorrar lo suficiente para ponerme botox.

 

2 comentarios

santi -

Gracias OK, sólo puedo identificarme con una frase de una de mis canciones favoritas: "Oh, Ana". "No saben como sufrí..."

Okok -

Santi, te compadezco por todo lo que sufriste ;-)