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Dos Cervecicas

Vida fácil.

Yo, si alguna vez salgo de aquí, quiero ser oposición.

Parece un trabajo bien pagado, con pocas responsabilidades y, sobre todo fácil.

Que detienen a unos trabajadores en un país africano, a esperar.

Que el gobierno no hace nada por liberarlos: A criticar que abandonan a los ciudadanos.

Que el gobierno intercede en su liberación: A criticar que apoyan a redes de pederastía.

Que el gobierno consigue que vuelvan a casa: A criticar que negocian con dictaduras.

Que el presidente vecino consigue la liberación: A criticar que seguimos a la sombra de otros países de Europa.

En fin, Antonio, ponme dos cervecicas, que la política me da mucha sed.

 

 

Anuncios en la radio

Padezco una extraña filia hacia los anuncios de la radio, se llama fobia.

Odio los anuncios de la radio. Dan la impresión de que, al carecer de imagen, las mentes normales no seremos capaces de entenderlos. Por eso los hacen insultando a la inteligencia de los oyentes.

Siempre tengo al menos dos anuncios que me obligan a cambiar de emisora, a veces he llegado a escuchar la COPE por su culpa.

Hasta ayer el más odiado era el comercial de Las Palomas (bufett de tapas, tapas) que, en todas sus variantes, me induce más al asesinato que al disfrute organoléptico que se supone de un mostrador lleno de "exquisiteces".

Pero, he descubierto uno nuevo que cumple todos los requisitos para colocar a alguien en la picota, y romperle todas sus articulaciones con una barra de hierro.

Una voz, que se pretende infantil, pero que está pasadica de progesterona, hace la siguiente pregunta. ¿papá, por qué aunque sea invierno duermo sin pijama?

Mi primera impresión fue "se han equivocado". Querían decir "papito" y han dicho "papá". Esta reflexión me extrañó, ya que no estaba leyendo los explícitos anuncios de contactos del ABC, sino escuchando la radio. Y, hasta donde yo sé, el Papyro aún no necesita publicidad.

¿Y por qué nuestra calefacción no huele mal ni hace ruido? Vale, ahora sí que no comprendo nada. La infancia se caracteriza por no dar importancia a ese tipo de datos. así que, ¿quién coño hace ese tipo de preguntas?

Hoy he dedicado bastante tiempo a analizar este anuncio. No me había llevado ningún Mortadelo al baño, así que, entre la lectura de la etiqueta del champú y la de la crema hidratante, he utilizado diez segundos a desmenuzarlo.

Evidentemente, por la segunda frase descubrimos que la hija tiene una edad mayor de la que quieren hacernos creer. Así la primera pregunta se explica por sí misma.

Querida mía: tu padre es un hijodeputa, por dos motivos. Es un hijodeputa al que no le importa desoir, sistemáticamente, todas las recomendaciones sobre el cambio climático con las que somos, constantemente, bombardeados. Una de las cuales es evitar, en invierno, el calor excesivo en el interior de las viviendas.

Pero, no sólo por esto tu padre es un hijodeputa. Tu padre es un vicioso que disfruta tocándose por las noches sabiendo que yaces desnuda y, seguramente, sudorosa.

Es decir. tu padre es un hijodeputa al que no le importa cargarse el planeta por algo tan efímero como una masturbación.

Y si yo, que soy una persona de lo más normal, sin pensamientos extraños, he llegado a esta conclusión en tan poco tiempo. ¿Cómo esperan que nadie, en su sano juicio, les compre una calefacción?

"Mira, la calefacción del anuncio de la radio" "tú lo que eres es un pederasta sin escrúpulos que vas a cargarte el planeta. Ahora mismo te borro de mi lista de correos y dejo de enviarte ppts de amor y florecillas..."

Bueno, quizá tampoco era tan mala la idea.

Es igual, no merece la pena dedicarle tanto tiempo. Antonio, ponme dos cervecicas.

Frases hechas

- Mi mujer y yo llevamos dos días como el perro y el ratón.

- El gato, Antonio, el gato. Como el perro y el gato o como el gato y el ratón.

- No, el perro y el gato pelean. Pero ella gruñe y yo me escondo, como el perro y el ratón.

- Anda, Antonio, ponme dos cervecicas y no le des tantas vueltas a las cosas. 

 

No lo veo muy claro.

Por supuesto, mi bagaje cultural es limitado. No estoy capacitado para pergeñar largos ensayos, llenos de retórica y circunloquios, para eso ya están los consultores y Vázquez de Prada. Ni siquiera he conseguido terminar la colección completa de Mortadelo y Filemón. Pero me basta para saber que me gustan más las historietas de esta pareja que las de otra pareja de la misma época; Zipi y Zape.

Seguramente, si no hubiera tenido la oportunidad de leer ambos "tebeos", no hubiera podido discernir  cual era (en mi opinión que, por cierto, no es nada humilde) el mejor.

Por eso no termino de ver clara la campaña de Garrett y Brown.

Supongo que, a fuerza de escuchar, leer y expresarnos, aprendemos a diferenciar lo sutil de lo zafio, lo sublime de lo banal. Pero, eso es porque nos han dado la oportunidad de ver ambas versiones y nuestra madurez mental hace el resto.

Por eso no acabo de comprender que, pese a la pluralidad que decimos abanderar, seamos tan partidarios del pensamiento único.

"Como yo decido que haces chistes malos, acabo contigo."

Creo que no hace falta ser el primo científico que todos tenemos para darse cuenta de que eso no es sino un paso atrás en las libertades personales. Aunque parezca que se hace con humor.

No tengo muy claro que el humor se compenetre con acciones autoritarias. Y, además, que la violencia es mala.

Pero, todo se puede discutir con una cerveza en cada mano. Antonio, ¡dos cervecicas para mi!

 

Por cierto, Eugenio, como me vuelvas a enviar un PPs de florecillas con sentencias para la vida, te juro que te meto el monitor por el culo y no paro hasta que te salga el escritorio por la boca.

 

Ya estoy aquí...

Por que no podía seguir callado.